QUÉ ES LA RUTA DE LA SEDA; Consecuencias globales de la nueva Ruta de la Seda


QUÉ ES LA RUTA DE LA SEDA

Palabra Clave: 
China, Ruta de la Seda, Zheng He, Marco Polo, Battuta, Nueva Ruta de la Seda, Trayecto de la Ruta de la Seda

Hace más de 2.000 años, los ancestros chinos atravesaron desiertos y cordilleras para trazar la antigua Ruta de la Seda que comunicó a Asia con Europa y África. Aquellos caminos dieron inicio a una etapa de intercambio comercial y cultural entre diferentes países que a través de la cooperación pacífica, el aprendizaje compartido, así como la complementación de capacidades y recursos para el beneficio mutuo contribuyeron a la prosperidad y progreso de sus pueblos.

Pero qué es La Ruta de la Seda

Es bueno puntualizar que se denomina como Ruta de la Seda a un conjunto de rutas comerciales organizadas específicamente para el comercio con la seda desde el siglo I a. C., que abarcaba casi todo el continente de Asia, conectando a Mongolia con China, el subcontinente indio, África, Europa, Siria, Turquía, Arabia y Persia. Esta legendaria ruta a través de la cual durante siglos transitaron caravanas que comerciaban con productos provenientes de Oriente y de Occidente, además de esto también funcionó como un puente a través del cual se transmitieron ideas, conocimientos y también los fundamentos del budismo y el islamismo.

No obstante las Rutas de la Seda continentales y marítimas se desarrollaron simultáneamente. Famosos navegantes como Zheng He, Marco Polo y Battuta provenientes de China, Italia y Marruecos, realizaron largos e históricos periplos. Otros viajeros menos conocidos lograron la hazaña de cruzar largos desiertos, inmensas sabanas y empinadas cordilleras con caravanas de camellos, contribuyendo así a desarrollar vínculos de intercambio comercial y cultural entre Oriente y Occidente.
Es así como al paso de los años, la Ruta de la Seda se fue extendiendo gradualmente. Así llegó a abarcar las regiones de El Valle del Nilo, del Tigris y del Éufrates, del Indo y  del Ganges, del río Amarillo y del Yangtsé. Los mercaderes se cruzaban por los caminos al calor de un creciente e incesante fluir de intercambios de mercancías.

Cabe destacar que el nombre “Ruta de la Seda” fue inventado por el geógrafo de origen alemán Ferdinand Freiherr von Richthofen, quien en el año 1877 lo utilizara por primera vez en su obra “Viejas y nuevas aproximaciones a la Ruta de la Seda”. La idea del nombre surgió debido a que la seda era la mercancía más comerciada que circulaba por dicha ruta, cuya fabricación era un secreto que solo los chinos poseían. Los pobladores de la antigua Roma fueron quienes más interés mostraron por la seda, considerándola como un material lujoso, los encargado de dar a conocer este material en esa región fueron los los partos, quienes se dedicaban a su comercio, además de la seda una gran variedad de productos eran comercializados a través de estas rutas, tales como los diamantes, rubíes, piedra, lana, marfil, especias, vidrio, coral entre otros.
En consecuencia, mucho más que intercambio comercial, la ruta  también fue causa de importantes innovaciones como la creación del dinero y fue una abundante fuente para el intercambio cultural, de información, conocimientos y creencias. A lo largo y ancho de estas vastas extensiones se activaron vasos comunicantes entre la civilización egipcia, babilónica, india y china, cuestión que amplió el margen de coexistencia entre distintas creencias como el budismo, el cristianismo y el islam.
Por consiguiente, China exportó hacia occidente la seda y la porcelana e importó la pimienta y las especias. Pero también conoció el budismo, el islam, la astronomía árabe, el sistema del calendario y las medicinas árabes.
Además, el budismo originario de la India logró una enorme presencia en China y se desplegó por todo el Sudeste Asiático. El confucianismo nació en China y logró ser muy valorado en Europa por destacados pensadores como Voltaire.
Sin lugar a dudas, esta amplia gama de civilizaciones, religiones y nacionalidades fueron capaces de anteponer los puntos en común por encima de sus discrepancias. Con tolerancia y respeto contribuyeron al desarrollo de la civilización, a la apertura y a la integración. Sin importar las distancias, los pueblos caminaron y se integraron a través del intercambio, la complementación y la cooperación. A lo largo de miles de kilómetros, circularon libremente factores de producción y personas que intercambiaron mercancías, conocimientos, creencias y compartieron ganancias. Así surgió una región de mucha prosperidad y gran esplendor.
Es por eso que los especialistas aseguran que esta ruta existió como un espacio de intercambios de diferentes tipos desde el paleolítico, siendo un remanente de lo que fue la Ruta de jade, la cual existió hace 7000 años aproximadamente. Se cree que estos caminos surgen como resultado de la curiosidad del emperador chino Wu de la dinastía Han por las civilizaciones lejana, que poblaban en las regiones occidentales. Para ese entonces los pueblos romanos y griegos utilizaban la denominación de “país de los Seres” para denominar a China a. Durante la época del cristianismo, los pobladores del imperio quienes se volvieron grandes admiradores de la seda luego de haberla conseguido gracias a los partos, que en ese entonces eran los encargados de este comercio.

La Nueva Ruta de la Seda

Como si no hubiesen pasado más de 2.000 años desde que comenzaron los primeros viajes de comerciantes chinos a Asia Central para vender seda y porcelana, la Ruta de la Seda vuelve a resurgir. Con el nombre de Una Franja, Una Ruta,  el presidente chino Xi Jinping dio a conocer este proyecto global que ya no tiene freno y que China propone como alternativa para construir un nuevo orden económico mundial basado en los principios de la complementación y cooperación. 

“Debemos crear una plataforma libre para la cooperación y defender y expandir una economía libre en el mundo”, propuso el presidente Xi Jinping en el Foro de Cooperación Internacional
“Una Franja, Una Ruta”, realizado en Beijing y en el que participaron jefes del Estado de 28 países y representantes de más de 130 naciones y 70 organizaciones internacionales.
Adicionalmente, Xi Jinping planteó la necesidad de crear un marco legal y entorno institucional transparente y equitativo que promueva las inversiones y facilite el desarrollo económico y el bienestar social entre los países que conforman la Franja: “Lo que queremos crear es una gran familia que conviva en armonía. Lo que esperamos lograr es un nuevo modelo de cooperación ganar-ganar”.
Igualmente, el presidente Xi Jinping, anunció que China ha destinado $ 124 mil millones para crear la nueva Ruta de la Seda. El objetivo es construir una colosal red de infraestructuras que facilite el transporte, el comercio, la integración monetaria y cooperación de los gobiernos para el bienestar de sus pueblos. La gran mayoría de los fondos serán invertidos en la red de infraestructura como columna vertebral para facilitar el tránsito de personas, el intercambio comercial y las relaciones diplomáticas entre más de 60 países en Asia, África y Europa.
La Nueva Ruta de la Seda involucrará a más del 65 % de la población y generará un tercio del PIB mundial. La propuesta tiene defensores y detractores. Para los  críticos se trata de un plan del gigante asiático para expandir su influencia en el mundo y así poder convertirse en una superpotencia. Para sus partidarios, supone el inicio de nuevas relaciones de complementación y cooperación que ayudará a superar el malestar que dejó una etapa de la globalización que favoreció sobre todo a los países más poderosos.

Consecuencias globales de la nueva Ruta de la Seda

El titánico plan de transportes puede cambiar la economía mundial y encumbrar a China como hiperpotencia. Por tierra y por mar, de Asia a Europa, África y América Latina, la nueva Ruta de la Seda global tiene el potencial de transformar a su paso el pensamiento y la cultura.
Es bueno hacer referencia al hecho de que unos 2.300 años atrás, avezados mercaderes a lomos de camellos instauraron una vía, a través de Asia Central y Oriente Próximo, por la que intercambiar los productos de los dos extremos del continente euroasiático. Esta senda de las caravanas, que solo recibió el nombre de Ruta de la Seda en el siglo XIX, cuando hacía ya tiempo que había caído en desuso, permitió el florecimiento del comercio, la cultura y el descubrimiento de avances como el hierro fundido y el tejido de seda de Oriente o el vidrio de Occidente.
No obstante, a la ruta terrestre original, Pekín ha sumado una marítima con la que adentrarse por África y otra transoceánica con la que involucrar a Suramérica y conectar el Atlántico con el Pacífico a través de una línea ferroviaria. El conjunto de este titánico proyecto tiene el potencial de renovar el comercio, la industria, la innovación, el pensamiento y la cultura, al igual que sucedió con la Ruta de la Seda. Su puesta en marcha alterará el mapa económico mundial.
En este conteto el presidente del Banco de China, Tian Guoli, destacó que solo las rutas terrestre y marítima afectan a 4.400 millones de personas y 65 países, lo que brinda “grandes oportunidades” para todos, incluida Europa. La UE, que es el principal socio comercial de Pekín, quiere coordinar esta estrategia con el Plan Juncker de reactivación económica y ha abierto las puertas a la inversión china, que en los cinco primeros meses de 2015 ha crecido un 367,8%. Pekín solo comenzó a invertir en el exterior en 2010
Lo que está cada vez más claro es que Estados Unidos está perdiendo influencia en Asia y, a medida que avance la Nueva Ruta de la Seda, los países que forman parte de esta nueva alianza fortalecerán sus lazos de cooperación entre si y serán cada vez más independientes de la influencia y dominio de las grandes corporaciones estadounidenses.
América Latina aún tiene pendiente su integración física y comercial, mas no cuenta con los cuantiosos recursos para la construcción de la infraestructura necesaria. Ante el desdén de los Estados Unidos hacia la región, los gobiernos y pueblos del continente pudiera priorizar sus intereses comunes y promover una iniciativa semejante a la nueva Ruta de la Seda. Con base en los principios de complementación y cooperación, y mucha capacidad de negociación, es posible propiciar acuerdos ganar-ganar con China que le abran paso a una nueva etapa del crecimiento económico y del desarrollo humano integral en Latinoamérica.


PALAS CLAVES: Ruta de la Seda,  La Nueva Ruta de la Seda, #QuédateEnCasa, #CoronaVirus, #Covid-19, Universidad Central de Venezuela - UJAP - Universidad de Carabobo - UBA- Universidad Simón Bolívar - Universidad de Oriente - Universidad Santa María - Universidad Bicentenaria 


FUENTES BIBLIOGRÁICAS Y DOCUMENTALES
Álvarez R., Víctor (2018) La nueva Ruta de la Seda. [Artículo en línea] disponible en: https://www.panorama.com.ve/experienciapanorama/REPORTAJE-La-nueva-Ruta-de-la-Seda-20180712-0022.html [Consulta: 2018; septiembre 19]
EcuRed.cu (2014) La Rut de la Seda. [Artículo en línea] disponible en: https://www.ecured.cu/Ruta_de_la_seda  [Consulta: 2018; septiembre 19]
General, R. (2017) Definición de Ruta de la Seda. [Artículo en línea] disponible en: https://conceptodefinicion.de/ruta-de-la-seda/ [Consulta: 2018; septiembre 19]
Higueras, Georgina (2015) La Ruta de la Seda del siglo XXI. Política Exterior N° 167. [Artículo en línea] Disponible en: https://www.politicaexterior.com/articulos/politica-exterior/la-ruta-de-la-seda-del-siglo-xxi/ [Consulta: 2018; septiembre 19]

Comentarios