LA CHISPA QUE ENCIENDE LA LLAMA: Cómo nace la idea de un proyecto de
investigación
La investigación científica comienza con una simple pero
brillante idea. Ese primer destello en la mente del investigador que intuye una
necesidad por satisfacer, una interrogante por responder o una hipótesis por
comprobar. En este artículo analizaremos en detalle cómo germina la semilla de
un nuevo proyecto de investigación cuantitativa, cualitativa o mixta.
Exploraremos los factores que impulsan el surgimiento de esa idea inicial y las
formas en que los investigadores dan los primeros pasos para encauzarla y
convertirla en un protocolo de investigación formal.
La curiosidad innata como motor
La curiosidad innata del ser humano es el principal
combustible para el nacimiento de una investigación. Los investigadores suelen
sentir una profunda fascinación por ciertos fenómenos naturales o sociales que
no acaban de comprender en su totalidad. Esa curiosidad los impulsa a bucear en
lo desconocido, a hacerse preguntas y a buscar activamente respuestas que
satisfagan su sed de conocimiento. Las preguntas «¿por qué sucede esto?»,
«¿cómo funciona aquello?» son el punto de partida que enciende la chispa
creativa.
La curiosidad despierta el interés genuino por observar
detenidamente la realidad, describirla, medirla, evaluarla y finalmente
intentar explicarla. De estas inquietudes nacen infinitos proyectos de
investigación en todas las áreas del conocimiento humano. La curiosidad es el
motor que energiza la labor investigativa.
Existen diversos tipos de curiosidad que dan pie al
surgimiento de ideas originales de investigación. Por ejemplo, la
curiosidad perceptiva nos hace detenernos ante lo nuevo y lo
sorprendente. La curiosidad epistémica nos impulsa a reducir la incertidumbre
sobre un fenómeno y cerrar brechas de conocimiento. La curiosidad empática
nos permite conectar con las necesidades y perspectivas de otros. Todas estas
manifestaciones de la curiosidad humana pueden catalizar el nacimiento de la
idea seminal de una investigación si sabemos escuchar sus susurros.
Necesidades prácticas como estímulo
Otra importante fuente de ideas creativas para nuevas
investigaciones son las necesidades prácticas de individuos, grupos
sociales, instituciones, empresas u organizaciones. Problemas reales y sentidos
que requieren soluciones basadas en la generación de nuevo conocimiento
científico.
Por ejemplo, una comunidad afectada por una enfermedad o
epidemia probablemente buscará respuestas en estudios epidemiológicos
rigurosos. Una empresa o industria que enfrenta problemas de productividad o
competitividad, es probable que inicie investigaciones para optimizar sus
procesos y lograr innovaciones.
Las autoridades de una ciudad con dificultades de movilidad
y tráfico, podrían requerir investigaciones sobre hábitos de transporte de los
ciudadanos. Como vemos, las necesidades prácticas también impulsan
poderosamente la creación de conocimiento mediante la investigación, como una
forma de responder a demandas y carencias sociales.
Los investigadores más visionarios tienen la habilidad de
detectar estas necesidades latentes en su entorno y transformarlas en ideas
concretas de investigación que, de llevarse a cabo, generarán un impacto real.
Saben identificar problemas que vale la pena investigar.
Fuente: https://ssociologos.com/2016/06/23/la-satisfaccion-las-necesidades-humanas/
Revisión de literatura y construcción del marco teórico
Una vez que la curiosidad está despierta y se tiene una idea
preliminar de la necesidad u objeto de investigación, el
investigador debe realizar una profunda inmersión en la literatura existente
sobre el tema. Esta revisión de publicaciones, artículos y estudios previos
relacionados al área de interés, cumple varias funciones cruciales:
Permite comprender el estado actual del conocimiento en ese
campo.
Ayuda a focalizar y formular mejor el planteamiento del
problema, incorporando lo que ya se sabe.
Evita duplicar investigaciones previas.
Identifica enfoques, teorías y metodologías útiles para
abordar el objeto de estudio.
Detecta vacíos de conocimiento que la nueva investigación
podría llenar.
Facilita la identificación de variables relevantes o
preguntas clave por responder.
Posibilita comparar los futuros resultados con estudios
precedentes.
Además, esta revisión exhaustiva de la literatura existente
permite construir un marco teórico sólido que sustenta y contextualiza la
investigación dentro de un campo particular del conocimiento científico.
El marco teórico es el andamiaje conceptual que define las
principales teorías, enfoques, variables y conceptos que serán utilizados para
abordar el problema. Delinea el ángulo epistemológico desde el cual se
realizará el estudio.
Formulación de objetivos, preguntas e hipótesis
Sobre la base de la revisión bibliográfica, el
investigador está listo para definir con mayor claridad los objetivos y las
preguntas centrales que guiarán la investigación. Los objetivos expresan el
propósito del estudio en base al problema identificado. Las preguntas
establecen interrogantes concretos, relevantes y bien enfocados que el estudio
intentará responder.
En investigaciones cuantitativas con un
enfoque deductivo, es común formular además hipótesis, las cuales son
respuestas provisionales o suposiciones lógicas acerca de las relaciones entre
las variables que se pretenden investigar. Las hipótesis se someten a prueba
durante el estudio.
En cambio, las investigaciones cualitativas
suelen hacer preguntas más abiertas y flexibles, sin hipótesis preconcebidas,
para explorar los fenómenos en profundidad y desde la perspectiva de los
participantes.
Sea cualitativa o cuantitativa, las preguntas de investigación
focalizan la búsqueda y le dan estructura al proyecto naciente, señalando en
qué dirección se orientará la exploración.
Justificación y viabilidad del estudio
Finalmente, toda propuesta de investigación debe justificar
la importancia y conveniencia de llevarla a cabo, fundamentando teóricamente
sus motivos y su valor práctico o social. Esto ayuda a visualizar los aportes
del estudio y a viabilizarlo.
También es esencial determinar la factibilidad del proyecto,
evaluando si se cuenta con los recursos humanos, materiales, financieros y de
tiempo necesarios para ejecutar todas las etapas de la investigación. Realizar
un análisis de viabilidad ayuda a prever posibles limitaciones y a dimensionar los
requerimientos para concretar el estudio.
Como vimos, toda investigación parte de una idea seminal,
una curiosidad o necesidad que luego se va aclarando, moldeando y enfocando a
través de un proceso de indagación bibliográfica y razonamiento crítico.
Aunque rara vez el proceso es completamente lineal,
comprender cómo germinan las semillas de los proyectos investigativos puede
inspirarnos a cultivar nuestras propias ideas y hacerlas crecer hasta que estén
listas para convertirse en diseños formales de investigación.
Referencia:
Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, M. (2010) Metodología de la
investigación. Quinta edición. McGraw-Hill / Interamericana Editores, S.A. de
C.V. México, D.F. (pp. 24 – 32)
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