CÓMO DIRIGIR UNA REUNIÓN PARA LA DEFENSA DEL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN


LA DEFENSA DE LA TESIS O SUSTENTACIÓN DEL INFORME FINAL


Hablar en público es sin duda un verdadero arte. En la antigua Alejandría, en la época helenística, la retórica estaba incluida como arte liberal junto a la gramática, la  filosofía,  la  aritmética,  la  música,  la  geometría  y  la  astronomía.  Porque  todas requerían  de  la  retórica  como  complemento.  Y  dado  que,  el  arte  de  hablar en público  era  una  actividad  habitual  y  al  mismo  tiempo  una  destreza  que,  como conjunto de preceptos, tiene como objetivos hacer bien una cosa.
En  caso  de  tener  que  sustentar  en  público  los  resultados  de  nuestra investigación, algunas de  las  recomendaciones siguientes, fueron adaptadas del libro “Cómo dirigir una reunión”, de Ricardo Riccardi, los cuales son de gran ayuda, a la hora de presentar y defender su trabajo de investigación.

-  Cuide su apariencia física.
- No  empiece  el  discurso  sin  haber  logrado  el  silencio  necesario  de  parte del auditorio.
- Asegurase  de  que  el  auditorio  se  ha  acomodado  y  está  dispuesto  a escucharlo.
- Antes  de comenzar  a  hablar espere  un  momento, respire  profundamente. Un silencio prudente cautiva la  atención  del auditorio.  Permita  que los oyentes se dispongan escuchar mientras usted prepara lo que va a decir.
- Mire  a  los  oyentes de  manera  panorámica. 
- Pronuncie  las  primeras palabras  con  claridad,  pero  no  con  voz  demasiado  alta.  Aumente gradualmente la voz hasta que la persona más distante capte con claridad lo que usted está afirmando.
- Tenga dominio sobre la tensión y los nervios.
- Imprima  fuerza  a  cada  una de  las  declaraciones.  Dirija  la  palabra  a  sus oyentes y no a los papeles que lleva en la mano.
- Resuma y tenga control absoluto de sus reacciones, antes de cambiar de tema.
- Varíe la inflexión de la voz, y modifique de manera rápida el tono de voz en el  discurso.  Permita  que  su  voz  registre  los  sentimientos  y  el  entusiasmo que  le  provoca  dirigirse  a  dicho  auditorio.  Gradúe el  tono  de  su  voz de acuerdo  con  la  importancia  de  lo  que  está  diciendo. 
- No  insista  en detalles  insignificantes,  enfatice  sobre  las  ideas  principales  y  los  hechos capitales.
- Estando de  pie,  avance  cada  cierto  tiempo,  pero  procurando  siempre dar  la cara al auditorio. Muévase hacia delante y hacia atrás, a la derecha y a la izquierda.  Si dispone de  medios  didácticos  úselos, ellos  disipan  la perplejidad.
- Mueva  el  cuerpo  y  las  manos  rítmicamente,  mientras  expone  sus  ideas. Deje  que  la  expresión de  su  rostro  facilite  la  comprensión de su pensamiento.  Los  gestos  deben  ser  espontáneos,  pues  son  la manifestación externa de un individuo que deja escapar sus ideas y de sus sentimientos, identificase con el tema y proyecte su personalidad.
- Exprese  su  pensamiento  en un  lenguaje  real  académico.  No  use  una “gramática  defectuosa”.  Escribir  o  presentar  fallas en  la  pronunciación, vocalización o puntuación, indica poca o nula formación académica.
- Utilice la pausa correctamente: ella denota confianza, dominio y reflexión.
- Utilice  el sentido del humor, sólo  si  pretende relajar o  poner a reflexionar al  auditorio,  sin  que  esto  signifique  la  burla  o  mofa  para  alguno  de  los asistentes.
- Recurra  a  una  anécdota  a  un  chiste,  e  invite  al  auditorio  a  realizar preguntas.
- Asegurase de memorizar (escribir) los nombres de las personas que va a citar y desde luego, vocalizar correctamente los nombres.
- Suspenda  abruptamente  su  intervención  si  alguien  más  también  está hablando, espere que de nuevo halla silencio y reinicie con su tema.
- Aclare uno a uno todos sus argumentos.
- Utilice un cronómetro para medir el tiempo de su disertación.
- Elija con cuidado la persona a quién dirige la mirada, no mire a personas con ojos vidriosos o mirada hostil o burlona.
- Utilice notas y mapas. Pero escuetos, claros y legibles.
- Para  que  su  pensamiento  resulte  atrayente  deberá  tener  claro  sus objetivos, propósitos y metas. Su intención deberá estar determinada por la fuerza de las razones que esgrime en la defensa de sus tesis, conclusiones o hipótesis. Evite  el  silencio  prolongado.  Las  pausas  deben  usarse  para  atraer  la atención.
- Dramatice cada que sea posible, imprímale realismo a su disertación.
- Nunca diga a sus oyentes que está rebasando el tiempo  previsto, eso sólo genera inquietud y su misión debe ser administrar bien el tiempo.

Discusión

Se  refiere  a  la  interpretación  que  el  autor  hace  de  sus  hallazgos.  Es probablemente la parte más difícil de escribir en el Informe Final. Es también una de las más leídas después del título y por lo tanto debe esforzarse para exponer en  este  apartado  todos  sus  conocimientos  sobre  el  tema  investigado.  En  esta parte  usará  y  ampliará  su  revisión  bibliográfica. Al  escribir  evite la verbosidad y petulancia, utilizando solamente las palabras necesarias. Se  recomienda  que,  como  mínimo,  en  la  discusión  de  resultados  incluya  lo siguiente:
1. Un  párrafo  introductorio  en  donde  recapitule  el  objetivo  principal  de la investigación.
2. Comente sobre el o los grupos estudiados, su grado de adecuación para el estudio, si los grupos fueron comparables.
3. Trate de  presentar los  principios,  relaciones  y generalizaciones que  los resultados indican.  Discuta los resultados, no los recapitule.
4. Señale las excepciones o la falta de correlación y delimite los aspectos no resueltos.
5. Comente las diferencias o similitudes de sus resultados con los de trabajos similares  realizados  por  otros  investigadores  y  lo  que  es más  importante, sugiera las razones para estas congruencias o incongruencias encontradas.
6. Sugiera líneas de investigación dentro del campo de su especialidad como resultado  de  sus  hallazgos.  Plantee  hipótesis  de  trabajo  para  futuras investigaciones.
7. Comente  las  dificultades  y  limitaciones  encontradas  en el  proceso de la investigación  realizada  y  revise  la  validez  externa  de  su  estudio  (esto  es hasta qué grado sus hallazgos pueden aplicarse a otras poblaciones.

¿Cómo dirigir un grupo de discusión?

Debatir  o  discutir  es  examinar  con  detenimiento  un  tema  entre  dos  o  más personas  que  participan  en una  comunidad  de  diálogo, en  el  que cada  uno intenta por medio de la argumentación o la persuasión llegar a unas conclusiones. “En las argumentaciones, quienes intervienen en ella han de partir de que. Como iguales y libres, participan en un proceso cooperativo de búsqueda de la verdad en el que no ha de  prevalecer ninguna forma de coacción que  la que resultante del mejor argumento” Habermas
Por lo tanto la discusión no es una disputa; como una forma del diálogo quienes intervienen deben  actuar  en  un  plano  de  igualdad  y  libertad  para  exponer  sus  ideas y defenderlas  con  argumentos  convincentes,  pero  sin  intentar  imponerlas  a  los demás. “Aún, hasta a nuestro peor enemigo se le debe brindar la oportunidad de convencernos con  sus mejores argumentos” Sócrates. La discusión desarrolla la capacidad  de  razonamiento, de  análisis  crítico  y crea el hábito  para  aceptar serenamente las objeciones y críticas ajenas.
En este sentido existen varios tipos de discusión o debate: la mesa redonda, en ella el moderador se encarga  de  presentar  el  tema;  la  asamblea,  requiere  de un  ponente,  quien presenta,  sustenta,  contesta  las preguntas y  replica  las  críticas  y  propone soluciones; las comisiones, requiere de moderador y se dirime la contradicción por medio de votaciones y elaboración de actas.
La  persuasión  tiene  como  finalidad  la  acción  sin  mediación  protagónica  de  la razón.  En  tanto  el  intento  de  convencer,  si  bien  puede  tener  como  finalidad  la acción del  otro, hace escala, por así decirlo, en la  revisión crítica del asunto.  El intento  de convencer está mediatizado por  la  argumentación. Es en este estado contemplativo donde la convicción se realiza” Emilio Rivano
En síntesis, será la argumentación, la persuasión o la disuasión los insumos más
importantes en los grupos de discusión o debate.

¿Cómo preparar una intervención en público?

Con  frecuencia,  el  orador  utiliza  expresiones  del  lenguaje  ordinario,  describir situaciones  previamente  observados  o  conocidos, o  para  sustentar  una  posición determinada,  dichos  planteamientos  generalmente  se  apoyan en  evidencias  que pueden  estar  basados  en  hechos  o  deducciones,  en  conjeturas u  opiniones,  en inferencias, en suposiciones, en relaciones de causalidad, en generalizaciones o en afirmaciones particulares, etc.
Los hechos son evidencias que hemos observado directamente o indirectamente de situaciones o de experimentos; pueden ser la base para establecer testimonio del suceso o acontecimientos ocurridos.
Las  suposiciones  son  planteamientos  hipotéticos  acerca  del  mundo  y  de  los acontecimientos, susceptibles de comprobación o verificación.
Las conjeturas son enunciados, igual que las suposiciones, en la mayoría de las veces  expresan  nuestros  puntos de  vista  particulares;  pueden  ser  opiniones, refranes, o dichos populares, planteamientos ingenuos, etc.
Las  relaciones de causalidad  expresan  nexos  entre  la  causa  y  los  efectos;  son relaciones de orden real o  hipotético que  le  dan  al discurso cierta  apariencia lógica. Dado que, entonces, por consiguiente, por lo tanto, etc.
Las  generalizaciones  son  afirmaciones  categóricas  acerca  de  clases  o acontecimientos, que  pueden  ser  hechos,  objetos  o  situaciones;  se  basan en  la deducción lógica de afirmaciones que tienen como fundamento sucesos, hechos o acontecimientos del mundo real o de las ideas.
La  particularización  son  casos,  ejemplos  o  sucesos  individuales  o  aislados,  que constituyen  muestras  de  clases  más  generales.  Es  lo  que se  conoce  como inferencia inductiva.
La opinión es un tipo de exposición que sólo compromete la visión unilateral. Por eso la validez de una explicación o de un argumento depende en gran medida de las evidencias o aseveraciones utilizadas en el discurso por el orador.
Pero por regla general el plan y desde luego el discurso se divide en tres partes en forma  lógica: exordio, cuerpo y resumen.  Cada una tiene funciones definidas que  pueden  varias  dependiendo del  tipo de discurso.  Expresaremos en  forma sintética cada una de esas partes.
Exordio es cualquier comunicación verbal o impresa que está en el inicio y que se da  a  conocer  al  oyente  o  lector  del  discurso.  Buena  parte  del  éxito  del  orador depende del exordio. Con el exordio el orador tratará de conseguir cualquiera de los siguientes objetivos:
- Suscitar interés del auditorio y ganar su atención.
- Establecer contacto con el auditorio y conquistar su confianza.  
- Preparar  el  terreno  favorable  para  que  la  percepción  del  discurso  en  un auditorio en oposición. Es común entre otros, para que una tesis suene como nueva y original recurrir al siguiente  procedimiento.  Este  procedimiento  consiste  en  exponer  episodios  o  hechos  poco  comunes  que traten de conseguir  la atención de los oyentes y les  obligue  a asentir o escuchar al orador. Entonces se recurre en el exordio a:  
-       Apelar a los intereses inmediatos del auditorio.
-       Recurrir a procedimientos paradójicos.
-       Presentar observaciones cargadas de humor.
-       Saludar, dar gracias u ofrecer disculpas.
-       Apelar a citar acontecimientos históricos, políticos, etc.
-       Apelar a condiciones geográficas.
-       Apelar al discurso del orador que antecedió en el uso de la palabra.
-       Apelar a las personas de prestigio y reconocimiento social.
-       Apelar a la personalidad del orador.


El  gesto  y  la  mímica  son  dos  componentes  esenciales  a  la  hora  de  comunicar las ideas y  desde luego es más importante la postura. Estos tres elementos determinan  la  conducta  del  orador.  Pero  desde  luego  la  regla  de  oro  que determina el triunfo de un orador es el profundo conocimiento y dominio del tema.
 
El orador debe superar en grado sumo de información a los oyentes. Y a través de un estilo lógico o temperamental o emocional, inyectarle fuerza a sus argumentos.

La  conclusión es  sin  duda  la  culminación  lógica  del  discurso,  un  buen  final refuerza las tesis o hipótesis presentadas. Se debe cerrar con la misma fuerza con que  se  abrió  el  discurso.  Se  recomienda  en  el  remate  del  discurso: Resumir, Reforzar, Proponer, Incitar o provocar una acción motivada por la tesis o hipótesis presentada por el orador.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES

Ander Egg, E. (1997) Técnicas de investigación social. México: El Ateneo.  
Arias,  F.  (1986) Introducción  a  la  Técnica  de  Investigación  en  ciencias  de la Administración y del Comportamiento, 3ª. ed., Ed. Trillas, México.
Cazau, Pablo. (2006) Introducción a la Investigación en Ciencias Sociales. Tercera Edición. Buenos Aires, Marzo 2006. Módulo 404 Red de Psicología
González  Río, M.J. (1997)  Metodología  de la  investigación  social.  Técnicas de recolección de datos: Aguaclara.
Hernández Sampieri R, et al. (1991) Metodología de la investigación. 2da ed. Editorial Mc Graw-Hill/Editores. S.A. de C.V., México. p. 76-106.
Maldonado, José Ángel (2015) Metodología de la Investigación; Fundamentos. [Libro en línea disponible en: https://www.gestiopolis.com/la-metodologia-de-la-investigacion/ [Consulta: 2018, mayo 15]
Tamayo y Tamayo M. (1998) El Proceso de la investigación científica. 3a ed. Editorial Limusa S.A, México.

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